El vino caliente es una bebida cálida y reconfortante, perfecta para las frías tardes de invierno.
Las bebidas calientes, como el vino caliente, pueden tener un efecto relajante y calmante para el cuerpo y la mente. El calor de la bebida puede ayudar a relajar los músculos y aumentar la circulación, lo que puede ayudar a aliviar la tensión y el estrés. El calor también hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que puede ayudar a mejorar la sensación general de calidez y comodidad.
Las especias y el aroma de la bebida también pueden tener un efecto positivo en la mente. Por ejemplo, se ha descubierto que la canela, la nuez moscada y el clavo tienen un efecto calmante y relajante en el cuerpo y la mente. El aroma de estas especias también puede estimular los sentidos y ayudar a mejorar el estado de ánimo.
Historia
El vino caliente tiene una larga historia que se remonta a la antigüedad. Se cree que los romanos fueron los primeros en calentar su vino con especias y miel para hacerlo más sabroso durante los meses más fríos. La práctica del vino caliente también fue popular durante la Edad Media en Europa, donde se servía comúnmente en ferias, mercados y otras reuniones públicas. Los monjes de los monasterios también solían hacer y servir vino caliente para calentar el cuerpo y el alma.
En el siglo XVI, el vino caliente se conocía como "hippocras" o "hipocras" y se elaboraba con una mezcla de especias, azúcar y vino, se servía en un recipiente especial llamado "bolsa de hipocras" para colar las especias.
El vino caliente también era popular en la América colonial, donde se elaboraba con ingredientes locales como la canela, la nuez moscada y el jarabe de arce.
Hoy en día, el vino caliente se disfruta en todo el mundo durante los meses de invierno y, a menudo, se asocia con la Navidad y otras festividades de invierno. El vino caliente se puede encontrar en diferentes variaciones, desde el estilo europeo tradicional hasta el estilo americano más moderno y afrutado. Suele hacerse con vino tinto, pero también se puede hacer con vino blanco o incluso con sidra. El vino caliente se ha convertido en un elemento básico en muchos bares, restaurantes y mercados callejeros durante la temporada navideña.
Receta
Aquí hay una receta clásica de vino caliente:
Ingredientes:
1 botella de vino tinto (como un Cabernet Sauvignon o un Merlot)
1 taza de aguardiente
1 taza de miel o azúcar
1 naranja, rallada y en jugo
2 palitos de canela
4 clavos
4 bayas de pimienta de Jamaica
anís 2 estrellas
nuez moscada
Instrucciones:
En una olla grande, combine el vino tinto, el brandy, la miel o el azúcar, la ralladura y el jugo de naranja, los palitos de canela, el clavo, las bayas de pimienta de Jamaica y el anís estrellado.
Lleve la mezcla a fuego lento a fuego lento, revolviendo ocasionalmente para disolver la miel o el azúcar.
Una vez que la mezcla hierva a fuego lento, reduzca el fuego a bajo y déjelo hervir a fuego lento durante al menos 20 minutos para que los sabores se infundan.
Retire del fuego y cuele la mezcla en una jarra o una olla y sirva caliente. Agregue una pizca de nuez moscada encima de cada vaso antes de servir.
También puedes agregar algunas frutas como manzana y pera, o incluso especias como jengibre, cardamomo y vainilla.
Algunas variaciones de esta receta incluyen el uso de vino blanco o el uso de una combinación de vinos tintos y blancos, la adición de un chorrito de jugo de arándano o de manzana, o el uso de un edulcorante diferente, como el jarabe de arce o el néctar de agave. Puedes experimentar con diferentes especias, frutas y edulcorantes para encontrar la combinación perfecta de sabores que disfrutes.
Maridaje
¿Cuáles son los mejores maridajes con vino caliente?
El vino caliente combina bien con una variedad de alimentos. Aqui hay algunas sugerencias:
Carnes asadas: como ternera, cerdo y cordero, ya que los ricos y sabrosos sabores de las carnes complementan las especias y la fruta del vino.
Verduras de invierno: el vino caliente combina bien con verduras de invierno como las coles de Bruselas, los tubérculos y la calabaza, ya que las especias dulces del vino ayudan a equilibrar los sabores terrosos de las verduras.
Guisos y sopas abundantes: las ricas y cálidas especias del vino complementan los reconfortantes sabores de los platos.
Queso: combina bien con una variedad de quesos, particularmente aquellos que son de nuez, terrosos y afrutados, como el cheddar, el gouda y el brie.
Postres: un buen maridaje con una variedad de postres dulces, particularmente aquellos que son especiados, como pan de jengibre, pastel de calabaza y pastel de frutas.
Comida picante: en especial las que se elaboran con especias calientes como el jengibre, la canela, la nuez moscada y el clavo.
Disfrute de esta bebida tradicional de invierno llena de sabores y beneficios para la salud, como sus propiedades cálidas y antioxidantes de las especias y el vino tinto.